Deja crecer tu imaginación

Deja crecer tu imaginación

domingo, 19 de mayo de 2013

Antes y después.


Por muy estupendos que estemos (que lo estamos), los años nos los vamos notando sobretodo en pequeños detalles, que por supuesto no reconoceremos ni muertos, pero que están ahí.

Haber, varían según edades y sexo, pero en general los hay de dos clases:

Los cambios físicos, a saber:

- Te levantas una mañana y al mirarte en el espejo, descubres que esa cana que llevaba amargándote los últimos 3 años, de repente como se sentía sola, ha llamado a un millar de amigas y ha decidido montar un after en tu preciosa melena.

-En los chicos puede ocurrir lo mismo, pero lo normal es que se levanten ese mismo día y descubran horrorizados que su abundante cabellera, se ha retraído, dejando unas entradas que ni la M30 en sus mejores épocas.

-El repaso al resto del cuerpo no es mucho mejor, ellos que llevan una temporadita repitiéndose, que lo de que la cerveza engorda es una memez, cuando van a ponerse su camiseta marca-tabletas, se dan cuenta que se les ha convertido en una camiseta pre-mamá y de dos tallas más pequeña.

-Cuidado y menos risas, que ellas ahí tampoco salen muy bien paradas, porque lo que hace unos años era fácil de abarcar con dos manos, vamos cinturita de avispa, ahora necesita la ayuda de un alargador, pequeño, pero alargador.

-Del pecho mejor ni hablamos, porque si a ellas independientemente del tamaño que tuviesen, cuando se miran tienen que desplazar sus ojos unos cuantos centímetros más abajo, pasando a  convertir a Victoria Secret en su nueva Virgen de los Milagros...

-Ellos, aquellos pectorales tan estupendos, en algunos casos, también necesitan de los milagros de Victoria Secret, como en el caso del alargador,el milagro pequeño... talla 80 copa A.

Fijo que sin esforzarme mucho, físicos, puedo estar escribiendo hasta mañana, pero tampoco es plan de hacer sangre. Vamos a por los síquicos, muchísimo peores:

-Antes, cuanta más gente hubiera en los lugares que frecuentabas mejor, era indicativo de que el sitio estaba genial y había marcha hasta las mil, ahora si llegas a un sitio de estos, te entran los escalofríos de la muerte y andas como loco buscando las salidas de emergencia por si pasa algo.

-La de horas que te podías pasar sentado en un banco de cualquier parque o paseo y no sentado de cualquier manera nooo, que tu eras muy chulo y te sentabas en el respaldo, ahora te sientas como las personas normales y a los diez minutos, ya no sabes ni como colocarte, te duele todo!!!.

-Hace unos años, estabas deseando salir de casa, cualquier excusa era buena; hacía calor una terracita, hacía frío el bar de abajo de casa, aprobabas unas oposiciones a celebrarlo, conseguías el carné de conducir a celebrarlo también (en una ocasión he celebrado hasta la renovación del de identidad), no solo las buenas ocasiones era excusa para coger la puerta, las malas también te venían bien; que te dejaba el noviete de turno (que la verdad no es que le vieses muy a menudo) quedada con las amigas y a... celebrarlo, qué a tu mejor amiga no le habían renovado el contrato para el mes de agosto no importaba, así podía unirse a la escapada a Mojacar de todos los años (eso era cuando en este país aun había trabajo, cuidado).

-Ahora no nos engañemos, también somos mucho de celebrar cualquier cosa, pero como que te cuesta más abandonar la calidez del sofá así que terminas invitando a los colegas a casa y ahí ya te montas el sarao y te auto convences que las cervezas están igual de fresquitas o más, que menudo es tu frigorífico "No Frost", una máquina enfriando.

-El aguante, ¿cuántas noches has salido se te ha pasado la noche volando y te has bebido hasta el agua de los charcos?, ya contesto yo por vosotros.. miles, llegabas a casita directo a la cama y oye al mediodía te levantabas con una ligera resaquilla y un hambre de lobo, que te zampabas lo primero que pillases en la nevera, a las 8 de la tarde ya estabas colgado del teléfono para volver al ataque.

-En estos momentos, la noche que se te ocurre salir con los amigos, a la noche le cuesta entrar en ti, por lo menos las dos primeras horas, después si el ambiente es agradable, todo va fluyendo, pero controlas las copas y te vas del garito antes de que enciendan las luces y te echen a escobazos. Lo malo es el después, llegas a casa echo unos zorros y vas directo a la cama, te levantas al mediodia, pero la sola mención de la palabra comida te provoca unas náuseas indescriptibles, tienes la lengua como si fuese un estropajo nanas, la cabeza te palpita como si te fuese a reventar algún vaso y te quedas en estado vegetativo hasta las 8 de la tarde, pero del día siguiente, que es lo que tarda en recuperarse tu organismo de la farra.

-La actitud, ¿a quien no le ha pasado, estar una noche de copas en Madrid a las tantas y decir y si nos vamos a Valencia (que está aquí al lado) y nos damos un bañito?, ¿cuanto tiempo tardaba tu cerebro en analizar, Valencia, bañito, ahora?... dos segundos y ya estabas montado en el coche de turno.

-Si ahora mismo a algún insensato, se le ocurre plantear lo mismo, el abanico de excusas es interminable... -Es muy tarde ya, donde vamos a estas horas.-
-Bufff, a mi me viene fatal que mañana como con mis padres-, -Yo tengo una comunión-,-Yo no tengo bikini-, vamos que le damos mil vueltas y al final optamos, por quedarnos en la barra del local donde estemos y recordar la última vez que lo hicimos, eso sí las risas garantizadas.

Por último y por ir terminando, que esto se me está alargando demasiado, tú capacidad de concentración, antes te tumbabas en el sofá viendo la tele y si   la película estaba interesante, aguantabas allí como un campeón, daba igual la hora a la que terminase. Ahora, te da igual lo mala o buena que sea la misma, la capacidad de quedarte dormido es proporcional a lo largos que sean los créditos de inicio.

Estoy completamente convencida que más de uno, está diciendo que exagerada la tía esta, pues serán otros porque esto a mí no me pasa, no importa esa es la primera fase.. La negación. Hay que reconocer que lo años van pasando, porque yo os veo, os lo noto y me entran escalofríos pensando en dentro de muchos años cuando me llegue a mi ese momento.





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