Deja crecer tu imaginación

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viernes, 8 de marzo de 2013

El ocio es cosa del pasado.

Los pequeños placeres con los que los ciudadanos normales, nos deleitábamos hace unos años, para relajarnos, relacionarnos, formarnos... es decir para disfrutar de nuestra existencia, nos están siendo vedados uno por uno, sin ningún tipo de miramiento.

Después de una larga semana de trabajo (tranquilos, no me he vuelto loca, estoy hablando en pasado), era agradable quedar con los amigos de toda la vida, para tomar unas cervezas en alguna terracita si el tiempo acompañaba y sino acurrucados entre la barra y la maquina de dardos.

Charlar, ponerse al día con las novedades de unos y otros, echarse unas risas y después de unas cuantas rondas, volver a casa con una sonrisa de satisfacción.

Bueno algo sencillo, nada elitista y fácil de realizar ¿no?, bien, en estos momentos practicamente inviable. Cuando el botellín de Mahou, en cualquier bareto de mala muerte se ha puesto entre 1,50€ y 1,80€, la antaño costumbre de tomar un viernes por la noche unos cuantos con los amigos, se ha reducido a una misión imposible para muchos. Solo hay que echar mano de la tabla de multiplicar y ya el mismo nombre te echa para atrás.

Vale, renunciamos a las cervecitas de los viernes. Salimos del trabajo (los que aun lo mantengan) y nos vamos derechitos a casa. Total al día siguiente es sábado y tenemos todo el finde por delante.

Ya es mañana, es decir sábado y tenemos a los niños en casa como leones enjaulados, organización y plan familiar. Hace buen tiempo; campo, zoológico, parque de atracciones.... hace malo; centro comercial, cine, museo...

Volvemos a lo de antes, planes normalitos que hace unos años, eran típicos casi todos los fines de semana. Pues tampoco, ya salir de casa y llenar el depósito del coche, con la subida de los carburantes, supone un esfuerzo considerable para muchas familias y si repasamos el resto de actividades, ya te puedes echar a llorar. Veamos:

Llevar a los peques a ver animalitos al Zoo entre 18€ y 20€ por cabeza, eso contando con ir cargadito con la comida y la nevera.

El Parque de Atracciones unos 25€/30€ cada uno y teniendo que decir a los niños que no, cada vez que piden un granizado, un algodón de azúcar o cualquier otra chorrada que se les antoje.

El campo así en genérico, ahí todavía no cobran entrada, pero la comida y bebida que tienes que llevar, teniendo en cuenta que a los enanos el correr asilvestrados por un descampado les produce un ansia devoradora y son capaces de beberse el embalse de Valmayor, crea un ticket de compra del Mercadona muyyyy largo, es decir más pasta.

Hace frío y llueve, venga pues llevamos a los niños al cine, que en el último mes han estrenado tropecientas películas infantiles (antes recuerdo que solo hacían como mucho unas 6 por año) y claro los críos bombardeados constantemente por la publicidad en televisión, las quieren ver todas.

 Genial, con la subida al 21% del IVA, la entrada te sale al´"módico" precio de 9€, volvemos a la tabla de multiplicar x4, x5...y ahí si que no puedes llevarte las palomitas y los refrescos de casa... bueno si puedes, pero en algunos cines ya empiezan a mirarte la mochila como si fueses un talibán y no me extrañaría que en breve, colocasen un detector de "consumibles no adquiridos en este establecimiento".

Si optas por alguna obra de teatro, musical, etc..., nos remitimos al mismo problema que con el cine.

Bien, elegimos entonces una alternativa educativa, visitar el Museo de Ciencias Naturales por poner un ejemplo. Es uno de los que más les gustan a los peques, con sus huesos de dinosaurios y sus bichejos fosilizados, he de confesar que después del Prado, también es de mis favoritos.

Esto es cultura pura y dura ¿verdad?, pues siento comunicaros que aunque algunos museos son gratuitos siempre y cuando cumplas determinados requisitos y dentro de estrictos horarios, el Museo de Ciencias Naturales, tiene un coste de 6€ tarifa general y 3€ tarifa reducida para los menores de 18 años. Venga vamos, volver a sacar la cartera.

Hummmm, parece que se nos van agotando las opciones, para que nuestros hijos salgan de casa y disfruten un poco.

Ni que decir tiene, que hay muchas más alternativas de las que he enumerado, ir al circo, a la piscina, a un concierto, a visitar monumentos, al pantano, a un río, todas y cada una de ellas suponen un gasto que el 90% de las familias de este país en este momento no pueden asumir.

Visto el panorama, te quedas en casita y te conectas a la red, con la esperanza de poder descargar alguna peli de esas que tus hijos quieren ver, pero la cosa cada vez está más complicada y te tiras toda una tarde bajando links de Tadeo Jones, que o están caídos o su calidad de imagen es tan mala, que te expones a que tu retoño sufra un deterioro en la vista de por vida, intentando enfocar al dichoso loro gruñón.

Así que gente, nos están jodiendo pero bien, no solo nos dejan sin trabajo, sin casa, sin sanidad, sin educación, sino que además están condenando a nuestros hijos, a pasar por su infancia sin ningún tipo de extra, mientras que los hijos de unos pocos, disfrutan de todo lo que puedas imaginar.

Porque todos tenemos derecho a disfrutar de la sonrisa de nuestros hijos, ya sea jugando en el campo, viendo un oso panda, montando en una montaña rusa, sentado en un cine o comiéndose una hamburguesa...

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