Deja crecer tu imaginación

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lunes, 31 de octubre de 2011

Mi Halloween particular.



Ayer domingo estuve con mis hijas en el Parque de Atracciones de Madrid, a mi me encantan todas estas cosas del mundo del terror y a mis hijas, como a todos los críos nacidos a partir del 98, también.


Tengo que reconocer, que este año en este parque se han superado, aunque el listón no es que lo tuviesen muy alto, porque el año anterior les salió un churro.


Después de esperar más de 2 horas para entrar en un pasaje del terror, que para estas fechas han montado y que se llama El Mausoleo, mi hija mayor y yo, junto con un grupo formado por:


La típica parejita de unos 22 años, muy educaditos, él ansioso por entrar, ella dejándose llevar pero con más miedo que un autónomo ante una inspección de Hacienda.


 4 Chicas adolescentes, con un pavo encima que el verdadero terror fue aguantar sus charlas durante las 2 horas de espera.


 Un padre con sus ya 50 tacos (este pobre estaba ya curado de espantos), con 2 hijos adolescentes unos 17 y 19,  ella cagada, él en plan chulito y riéndose de su pobre hermana.


Y mi hija, que hasta el último momento, no estaba segura de querer entrar, sobretodo cuando leyó el cartel de la entrada "Abstenerse personas impresionables":


-Mamá, es que yo creo que si que soy "persona impresionable", verdad?-me pregunta la cría, con la cara más blanca que la pared.


-Que va tonta, si esto es una chorrada... y lo que vas a chulear en el insti cuando lo cuentes a tus amigos ¿eh?, solo por eso merece la pena- la contestaba yo´, aunque se a ciencia cierta, que en una ocasión que la cría se empeñó en ver El Exorcista y me acerqué por detrás para llevarle la merienda, casi la da un infarto y se cayó de la mecedora (Sí, la mecedora, es igualita a la de la madre de Norman Bates en Psicosis, me la regalaron mis cuñados cuando me casé y me encanta, aunque debo reconocer que da un poco de yuyu, si no te va este rollo).


Entramos dentro del pasaje todos, las adolescentes, habían convecido a la parejita, para que él pasase el primero, porque ellas, que habían alardeado durante toda la espera, que era una chorrada entrar y que nos la daba ni pizquita de miedo, cuando vieron al tío que abrió la puerta, literálmente se quedaron sin palabras, ¡Joder, ya podía haber salido a darse una vueltecilla de vez en cuando por la cola!.


Mi hija, se agarró a la chica de delante como una lapa con una mano y con la otra, me enganchó la mía tipo garfio, imposible soltarse oye, el adolescente de detrás soltó un par de gracietas, pero cuando el tipo que daba la charla (que medía más menos 1.85), se le acercó y le gritó "SILENCIO", se le acabaron las gracias y se quedó calladito, calladito para regocijo de su hermana menor (ese va a tener cachondeo en casa, para mínimo un mes).


Mira que me encantan esta cosas, pero esto es sugestionable 100%, la novia del primero chillando, él palpando cada pared y esquina, dando pasitos muy, muy cortos, por no toparse con algo o alguien no deseado, las 4 crías valientes chillando como locas, la chica y su hermano, él agarrado a mi cintura, como si le fuese la vida en ello, con peligro por mi parte, porque me estaba cortando la circulación  y su hermana, repitiendo como una enajenada, -Dios, dios, dios-, el padre de las criaturas, ya os he comentado, que lo que no habrá visto ese hombre, tan campante, con un tío escalofriante, pegado a su chepa y susurrándole cosas al oído y él, oye, como si estuviese dando un paseo por el campo... Mi hija Nata, estrujando mi mano (ya se lo que sintió mi marido, cuando di a luz a la peque sin epidural), gritaba como una posesa y decía-Que se acabe ya....- pobre si acabamos de empezar.


Me lo pasé genial, todo un cuadro, lástima de prohibición de cámaras, porque grabar la risa histérica de mi hija, mezclado con chillidos interminables, hubiese sido un documento gráfico impagable, ¿os acordaís de la risa de la hiena loca de "El rey León"?, pues esa era mi cría.


Cuando llegamos al final del tunel y se hizo la luz.. jaja, esto es como la vidente esa de "la cadena íntegra"; de repente salió un tío feísimo con una sierra eléctrica y aquello fue el acabose, ni fila de a uno, ni orden, ni naa.. todos corriendo despendolados, gritos, tropezones y mi hija con los pelos como si hubiese metido los dedos en un enchufe de la impresión.


Genial, es lo digo en serio, a pesar del TERROR, con mayúsculas que sufrió Nata esos 10 minutos, creo que no había disfrutado tanto en su vida y yo viéndola el triple.


Como ya os digo, que me molan cantidad estas cosas, subimos ya los cuatro, Nata, mi marido y la peque (7 añitos tiene la criatura, pero una marcha...), al siguiente escenario terrorífico; al aire libre y en una explanada llena de tumbas, crucifijos, calabazas y a las 20.30 de la tarde, que con el cambio horario, era prácticamente noche cerrada.


Cuando llegamos allí, para regocijo mío y cara de espanto de las niñas, andaban sueltos todo tipo de personajes del inframundo, enfermeras locas con sus batas blancas llenas de sangre, zombies mugrosos sedientos de sangre, la mismísima muerte (medía el tipo unos 2 metros, impresionante), enterradores, payasos zombies.. yo conté unos 50 actores, no podías dar un paso sin toparte de frente con alguno de ellos.


Los muy... en cuanto se percataban de alguien con cara de susto, enfilaban hacia el pobre desgraciado, pegando gritos espeluznantes y blandiendo objetos tales como, hachas, palas de enterrar, cuchillos,cadenas.. todos ellos llenos de sangre. Lógicamente fuimos el blanco de todos ellos, solo con ver la carita de mi hija pequeña, entre la risa y el llanto y la de la mayor de "me mola, pero me cago", no había ni uno solo que no se arrimase para achucharnos; y que bien lo hacían los jodíos, porque la que aquí escribe salió corriendo en más de una ocasión, perseguida por un tipo, al cual se le iban cayendo trozos, de no se sabe muy bien qué y arrastrando y golpeando su pala a escasos centímetros de mis pies, claro ahí les tocó reirse a mis hijas... porque no recordaba yo tener tanta agilidad y velocidad en mis piernecillas, ni tanta capacidad pulmonar, para gritar como una energúmena.


Lo mejor mi vena masoquista para ir acercándome a ellos, para pedirles una foto y convencer a mis hijas para posar las tres con ellos, desconcertante el payaso zombie y para mi gusto demasiado metido en su papel, el colega, mientras nos colocabamos para la foto, enganchó uno de mis rizos y tiraba suavemente de él, al tiempo que decía con voz tenebrosa, "peeeloooo boniiitoooo". Dios que mal rato pasé y encima mi marido con la cámara atorada y yo pensando.. ¿ A qué le he pedido una foto, al único psicópata, que se ha colado en el espectáculo?.


La verdad es que nos lo pasamos fenomenal y a pesar de los sustos, fue todo muy divertido. el año que viene nos disfrazamos los 4 y así por lo menos pasaremos más inadvertidos para el resto de los monstruos y no nos perseguirán tan a saco, para tranquilidad de mis hijas.


¡¡ FELIZ HALLOWEEN !!